En los años 40s y 50s, el gobierno de los Estados Unidos realizó uno de los actos más vergonzosos en su historia. Con la ayuda de la Universidad John Hopkins, el gobierno comisionó la realización de experimentos con seres humanos en Guatemala. Sin su consentimiento y con engaños, los sujetos de experimentación recibieron vacunas con infecciones venéreas para observar sus reacciones. Estos experimentos no fueron hechos públicos sino hasta el año 2010. Hasta el momento, 774 sujetos que fueron utilizados como conejillos de Indias humanos, han presentado una demanda colectiva y buscan $1 billón como restitución por daños y perjuicios en contra de la prestigiosa universidad.
Cuando estos hechos nefastos fueron dados a conocer, el presidente Barack Obama presentó una disculpa oficial al presidente de Guatemala. Siete ciudadanos guatemaltecos han presentado una demanda declarando que fueron sujetos a experimentos médicos sin su consentimiento. Sin embargo, el caso fue declinado por la corte del Distrito de Columbia debido a que los Estados Unidos está exento a delitos incurridos fuera de su territorio.
El experimento de Guatemala es un capítulo bochornoso en la historia de los E.U. Esperemos que los esfuerzos del gobierno por promover los derechos humanos hoy en día, ayuden a conciliar los daños causados en el pasado.