En los Estados Unidos, cada día 250,000 conductores se ponen detrás del volante. En una encuesta reciente realizada por la División de Medicina del Sueño de la Escuela de Medicina de Harvard, se mostró que el 54% de conductores adultos han conducido somnolientos, mientras que otro 28% admitió haberse quedado dormido detrás del volante. Esto es algo extremadamente peligroso. Las fatalidades como resultado de conducir al estar fatigado es algo común y en muchos casos, normal.
De acuerdo con la Administración Nacional de Seguridad del Tránsito por Carreteras (ANSTC), el conducir al estar somnoliento es responsable de casi 100,000 accidentes, resultando en 1,550 muertes y 40,000 lesiones al año. Los conductores deben de conocer que el conducir mientras se está fatigado, es en muchas ocasiones peor que conducir bajo la influencia del alcohol. Cuando alguien está realizando una actividad mientras está cayendo en un sueño, su juicio y memoria se ven severamente disminuidos. Son personas peligrosas detrás del volante.
Los accidentes típicamente suceden durante las primeras horas de la mañana, lo cual sugiere que los conductores seguramente tuvieron pocas horas de sueño. También se da el caso de que estas personas están disminuidas a causa del alcohol y falta de sueño. De hecho, la combinación de alcohol con falta de sueño es algo mortal. La mejor manera de evitar esta situación es la abstinencia. Nunca se ponga detrás del volante cuando esté intoxicado, incluyendo cuando tenga pérdida de sueño.
Si usted o un ser querido han sido víctima de un conductor operando un vehículo mientras haya estado con falta de sueño, usted puede tener derecho a compensación por daños. Como se mencionó anteriormente, el conducir mientras esté fatigado, es tan peligroso como el conducir bajo la influencia del alcohol. Aquellos trabajadores con horario que cambia y las personas con problemas de sueño, son quienes particularmente tienen este tipo de accidentes. El beber algunas tazas de café puede mitigar los efectos al inicio, pero nada puede sustituir el tener el sueño adecuado que su cuerpo necesita.