Cada año, el Servicio de Impuestos Internos (IRS por sus siglas en inglés), da a conocer una lista de fraudes fiscales para informar a los ciudadanos de estos delitos e impedir el crimen. De nuevo, el delito número uno es el fraude telefónico, donde el estafador pretende ser un agente del IRS.
El delincuente llama a clientes pidiendo dinero por impuestos no pagados en años pasados. Con la ayuda de nueva tecnología con la que se puede cambiar el número de identificación de llamada para parecer como una llamada del IRS, el fraude telefónico ha ido en aumento. El estafador utiliza nombres y números de agentes falsos y en ocasiones deja correos de voz demandando a la víctima que llame de inmediato a uno de los números falsos. Las personas de la tercera edad son las víctimas más asediadas por los estafadores. Así como inmigrantes recién llegados al país que no hablan o entienden bien el inglés.
El Inspector General de la Tesorería de la Administración de Impuestos (TIGTA por sus siglas en inglés) ha recibido 190,000 casos de llamadas sospechosas. El TIGTA tiene conocimiento de cerca de 3,000 víctimas de llamadas falsas del IRS y estima que cada año cerca de $14 millones se han pagado a los estafadores.
Para protegerse y evitar ser la siguiente víctima, hay algunas prácticas que los estafadores siguen y se recomienda estar alerta. Cuando alguien llama y demanda un pago inmediato, es muy probable que se trate de una estafa. Generalmente, el IRS envía cartas verificadas por correo, explicando la cantidad que debe y las razones por las cuáles usted tiene una deuda.
Si alguna persona le pide información de su tarjeta de crédito o le pide que compre una tarjeta de débito prepagada, también son señales de que se trata de un engaño. Usted nunca debe dar información privada por teléfono. El IRS tiene esta información y no se la pedirá.