Para los que vivimos en el área de Phoenix, no es extraño que durante los meses de agosto y septiembre, veamos la formación de nubes grises, oscuras, en el horizonte. Y así, en un abrir y cerrar de ojos, la cortina de lluvia torrencial hace su aparición. Estas tormentas tienen su nombre: monzones.
Estos espectáculos que la naturaleza nos presenta, deben de ser tomados en serio por todos los conductores. Si usted va a realizar un viaje por carretera durante la temporada de monzones, debe ser precavido y anticipar su itinerario. Revisar el pronóstico del tiempo para estar mejor preparado en caso de encontrarse en medio de una tormenta.
Los principales peligros que presenta un monzón, son el fuerte viento y la lluvia. La lluvia va a minimizar su visibilidad en el camino además de que la carretera será resbalosa, dificultando el manejo. La combinación de lluvia torrencial con fuertes vientos, harán que su automóvil, sin importar su tamaño, sea expuesto a un posible derrape. Lo primero que los conductores deben hacer, es disminuir la velocidad y encender las luces delanteras y traseras de su auto o camioneta, sin importar la hora del día. Si la lluvia es muy pesada y no permite distinguir bien el camino, busque un lugar seguro donde usted pueda orillarse de la carretera y mantener las luces de emergencia encendidas para indicar a los demás conductores su posición.
Esto le va a demorar el trayecto en su viaje. Pero como dice el dicho: más vale tarde que nunca.