Desde el 2013, las sentencias de pena de muerte se han incrementado un 28 por ciento. En el 2014, fueron ejecutados legalmente 2,466 prisioneros, en comparación a los 1,925 que hubo en el año 2013. Este aumento es resultado del uso de la pena capital en Egipto y Nigeria, países donde la inestabilidad política interna es muy alta. China es el país con el mayor número de ejecuciones en el mundo.
Desde el comienzo de las sociedades, la pena capital se ha utilizado para prevenir el crimen. Pero para muchos, esta práctica es barbárica y arcaica. Aunque las civilizaciones han evolucionado, las ejecuciones no han desaparecido. Los Estados Unidos, país reconocido por su lucha por los derechos humanos, es el número cinco en la lista de países con más ejecuciones con 35; la mayoría de estas en Texas. En el estado de Utah se ha presentado un proyecto de ley para restablecer el uso de un pelotón de fusilamiento para las ejecuciones. Este proyecto no ha sido aún aprobado.
En algunas partes del mundo, el número de ejecuciones no son reportadas con veracidad. Tal es el caso de Irán, donde más personas son ejecutadas que las que su gobierno reporta. Al igual que Afganistán, Yemen e Iraq, en Pakistán la pena de muerte no sigue los métodos de ejecución humanitaria como los utilizados en los Estados Unidos. Tan solo durante un día en el mes de marzo, las autoridades de Pakistán ahorcaron a 12 personas en la plaza pública.