Una vez más, la línea de cruceros Oceanía se jacta de la justicia, en su intento de echarse a la bolsa $43,000 dólares de una mujer que súbitamente fue diagnosticada con cáncer de pulmón. La pareja reservó su viaje por crucero con Oceanía Marina, en su deseo de zarpar al sur del Pacífico. Sin embargo, la esposa despertó un día sintiéndose muy enferma, y se vio forzada a ir al hospital, donde se le diagnosticó enfisema pulmonar. La pareja se vio forzada a cancelar su viaje crucero. Llamaron y pidieron un reembolso de la línea Oceanic Cruices, quien les negó el reembolso, y la línea trató entonces de vender sus boletos para obtener doble ganancia.
Históricamente, las líneas de cruceros han operado con términos y condiciones rigurosos. Sin duda, los abogados de las líneas de cruceros se aprovechan de sus clientes y el negar reembolsos a personas con enfermedades terminales es muy común. Oceanía y su compañía que la administra, Norwegian Cruise Lines (NCL), recientemente le negó a otro pasajero un reembolso en términos claramente justos, el representante de la línea dijo “lo siento, no hay reembolso.” Este pasajero trató de donar su cabina a un niño con cáncer, a lo cual la línea se rehusó y vendió su cabina para obtener doble ganancia.
Claramente, lo que Oceanía está haciendo es incorrecto. Pero es un clásico ejemplo de cómo una corporación codiciosa se aprovecha del consumidor vulnerable. El hecho de que estas líneas de cruceros gastan millones de dólares en honorarios de abogados para timar al consumidor y no dar reembolsos por un diagnóstico de enfermedad terminal, es injusta y flagrantemente incorrecta.
Por fortuna, un abogado, el Sr. Elliot, ha estado comentando acerca de esto en su blog y luchando contra las codiciosas líneas de cruceros y sus acciones avariciosas. Él ha podido recuperar a la pareja sus $43,000, una petición muy justa. Aunque lo que estas líneas de cruceros realizan es legal, está muy lejos de ser de buena moral.