La legalización de marihuana para uso recreativo en Colorado ha revivido el debate entre el papel de los poderes federales y estatales. Los Sheriffs de Colorado y los estados vecinos de Kansas y Nebraska, han presentado una denuncia en contra de Colorado que presume que la legalización de marihuana ha creado una “crisis de conciencia,’ enfrentando a la ley del estado en contra de la constitución.
Para aquellos que no están familiarizados con el debate sobre la legalización de marihuana, la ley federal prohíbe la venta de marihuana, citando como defensa la cláusula de comercio interestatal. Sin embargo, proponentes en pro de la legalización declaran que es el derecho de cada estado el legalizarla o no en base a la separación de poderes bajo los cuales los Estados Unidos fueron establecidos. En Hastings y Hastings, vemos que el gobierno federal no desea tomar parte en este debate. Y no lo culpamos.
La demanda pide a las cortes federales anular la enmienda 64 de Colorado, la cual legaliza el uso recreativo de marihuana y cancelar los permisos de los 330 establecimientos autorizados para la venta de marihuana. La demanda fue presentada por la oficina del Sheriff de Denver, así como de Nebraska y Kansas, quienes argumentan que la enmienda 64 ha incrementado el tráfico de drogas. Durante los tres años pasados, los arrestos por tráfico de marihuana han aumentado un 400% en el Condado de Deuel, Nebraska.
Este es un caso difícil de debatir. Sin duda que el consumo de la marihuana causa daños a la salud, pero si el gobierno federal prohíbe al estado de Colorado el legalizar la marihuana, sería un paso fuera de los principios en que este país se fundó. El limitar el poder del gobierno federal sobre el gobierno de los estados ha sido parte del establecimiento de una nación próspera.